Lucas 16, 19-31

Lectio Divina de Lucas 16, 19-31

Oración inicial

Ven, Espíritu Divino manda tu luz desde el cielo.

Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma, divina luz y enriquécenos.

Mira el vacío del hombre, si tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado, cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones, según la fe de tus siervos; por tu bondad y tu gracia, dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.

Lectio

Del Evangelio según San Lucas 16, 19-31.

En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: "Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y telas finas y banqueteaba espléndidamente cada día. Y un mendigo, llamado Lázaro, yacía a la entrada de su casa, cubierto de llagas y ansiando llenarse con las sobras que caían de la mesa del rico. Y hasta los perros se acercaban a lamerle las llagas.

Sucedió, pues, que murió el mendigo y los ángeles lo llevaron al seno de Abraham. Murió también el rico y lo enterraron. Estaba éste en el lugar de castigo, en medio de tormentos, cuando levantó los ojos y vio a lo lejos a Abraham y a Lázaro junto a él.

Entonces gritó: 'Padre Abraham, ten piedad de mí. Manda a Lázaro que moje en agua la punta de su dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas'. Pero Abraham le contestó: 'Hijo, recuerda que en tu vida recibiste bienes y Lázaro, en cambio, males. Por eso él goza ahora de consuelo, mientras que tú sufres tormentos. Además, entre ustedes y nosotros se abre un abismo inmenso, que nadie puede cruzar, ni hacia allá ni hacia acá'.

El rico insistió: 'Te ruego, entonces, padre Abraham, que mandes a Lázaro a mi casa, pues me quedan allá cinco hermanos, para que les advierta y no acaben también ellos en este lugar de tormentos'. Abraham le dijo: 'Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen'. Pero el rico replicó: 'No, padre Abraham. Si un muerto va a decírselo, entonces sí se arrepentirán'. Abraham repuso: 'Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso, ni aunque resucite un muerto"'. Palabra de Dios.

Vuelve a leer detenidamente el texto y pregúntate: ¿Qué dice el texto? ¿Cuáles son las palabras o frases o actitudes que atraen tu atención, tu interés?

Meditatio

En la parábola hay dos personajes, el pobre llamado Lázaro y un hombre rico "sin nombre". El rico banqueteaba a diario sin reparar en el pobre quien hambriento y enfermo yacia en la puerta de su casa. Hoy el pobre es todo aquel que necesita de nosotros y que ignoramos, el pobre es Jesús que está a nuestra puerta y no le abrimos.

Ambos, rico y pobre mueren, el pobre se salva y el rico se condena. El hombre rico pide a Abraham que envie a Lázaro para que alivie su sufrimiento, cosa que él no hizo con Lázaro en vida,peroes imposible. El momento para corregir los errores es en esta vida, después es imposible.

El rico pide entonces a Abraham, que mande a Lázaro para que advierta a su familia y se conviertan. El rico pide un milagro para que sus familiares crean. Pero A lo que Abraham contestó: "Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso, ni aunque resucite un muerto".

Dios se revela y manifiesta sus mandamientos en la Escritura y dejó a la Iglesia para que la explique. No son necesarios milagros, pues los milagros no aseguran la conversión; ésta debe brotar de la fe y del corazón.

Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu meditación, tu reflexión personal?

Oratio

Señor, gracias porque diariamente te presentas ante nosotros a través de aquellos que nos necesitan, dándonos oportunidades para hacer el bien y así lograr la salvación.

Señor, gracias por dejarnos en tu Iglesia los medios para nuestra salvación, como la Escritura y los Sacramentos.

Te pedimos perdón por las veces que te hemos ignorado en el hermano, en la Eucaristía o en la Confesión.

Señor, te pedimos envies el Espíritu Santo sobre nosotros para que seamos sensibles ante las necesidades de nuestros hermanos que nos necesitan. Amen.

Siguiendo el mensaje de este texto, ¿qué le quieres decir al Señor con tus propias palabras?

Contemplatio

Selecciona una frase que te ayude a interiorizar la Palabra de Dios:

«Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso, ni aunque resucite un muerto»

Repetimos varias veces:

&Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso, ni aunque resucite un muerto»
«Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso, ni aunque resucite un muerto»

Quédate impresionado, fascinado, en silencio, en calma. Déjate animar por el ardor de la Palabra, como quien recibe el calor del sol.
Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la palabra o frase o párrafo o actitud que te ayuda a recordar este texto?

Actio

¿A que me comprometo con Dios?
Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la acción concreta que te invita a realizar?
Voy a ser sensible ante la necesidad del hermano, de cualquier tipo, material o espiritual. Voy a buscar en la Palabra de Dios lo que quiere de mi en cada situación.